17 febrero, 2007

DIARIO DE TERAPIA

Os presento mi nuevo y humilde reto que se trata de poder compartir con vosotros experiencias terapeuticas que hayan sido significativas para mi, en el sentido de aportarme un nuevo aprendizaje y por lo tanto un darme cuenta que metafóricamente seria como celebrar un brindis con las personas que me acompañan y me ayuda a poder realizar estos pasos. Este brindis o aprendizaje lo comparto especialmente con vosotros espirales, mis compañeros y maestros.


INTERVENCIÓN PARA ÉL O PARA MI?

Estos últimos días han sido marcados por el caso de un cliente del trabajo en el que a pesar de su problema estoy empezando a recoger los frutos de mi aprendizaje personal y profesional. Tal y cómo expresaron las palabras sabias de Edu en la sesión de ayer, "se tiene que reconocer como un maestro y por lo tanto una persona a quién agradecerle la oportunidad que me está dando para progresar".

A lo que cada vez le doy más respeto es a la importancia de reconocer las dificultades personales surgidas del trabajo con el otro, y así recogerlas y observarlas muy cuidadosamente para poder ser transformadas. Sólo así garantizas el cuidado y progreso personal y profesional del terapeuta cómo también los resultados de un sano y productivo trabajo para el otro.

Estos son los puntos que voy a comentar y que parten de mi aprendizaje:

- no sentirse responsable del problema del otro: trabajando con personas a diario y con una convivencia añadida cómo es en mi caso, creo que este es un tema que se tiene que tener muy presente para no caer en ningun círculo victimista que utilice el cliente o en sus actitudes manipuladoras, porque tal y cómo está intentando manipular al profesional también se está manipulando a él mismo y puede tomar mucho poder con estas armas haciéndote sentir responsable de sus problemas. Si consigue que el profesional entre en su juego este pierde fuerza y objetividad y esta debilidad hace que intente apaciguar momentos conflictivos que pueda seguir teniendo el paciente, pasándole a él el poder y el control de la situación.

- marcar los límites: otro aspecto difícil de delinear son los límites necesarios para que la relación terapéutica sea beneficiosa, aunque a veces caigas en la duda o el cliente exprese de que los límites le pueden hacer sentir peor por enfriar y hacer perder la confianza en la relación profesional-cliente. Una cosa es clara y es que si uno de los principales problemas del cliente ha sido la falta o dificultad personal de ponerse el mismo los límites ante actitudes impulsivas y sin control, en el fondo seguirá necesitando tener consciencia de límites ante cualquier situación conflictiva.

- intervenciones dirigidas hacia el profesional: y por último haré referencia al "autoengaño" que se puede producir del profesional ante la intención de actuar en beneficio del cliente cuando, sin darse cuenta, está siendo para él mismo. Seria el caso de intentar darle la vuelta al discurso del cliente cuando ves que está siendo autodestructivo y así intentas disminuir su malestar, cuando es posible que lo más necesario para él sea conectar con su malestar y no huir de él. Un ejemplo de esto podria ser cuando tenemos que dar una mala noticia a alguien y lo primero que decimos es "no te pongas nervioso, te tengo que decir una cosa pero no te pongas nervioso, tranquilo..." ¿Realmente le es conveniente no ponerse nervioso y estar tranquilo si va a tener que conectar con una realidad inesperada seguida de sensaciones dolorosas? o es que el profesional se esta preparando y prudenciando de alguna manera su estado personal con la reacción que puede tener el cliente?

Bueno, dejo aquí mis primeras reflexiones sacadas de mi proceso, esperando que puedan ser útiles para otros o simplemente recordadas y compartidas para las personas que ya lo hayan experimentado.

P.D: Espirales espero recibir vuestras críticas y consejos sobre mi escrito.

Un abrazo y muchas gracias por estar aquí.